La tormenta o lluvia de ideas es la forma más común de inventar ideas de forma
informal. La tormenta de ideas es muy útil en muchas situaciones donde se
requiere creatividad y un pensamiento cognitivo. Ya sea que necesites idear un
nuevo producto para tu negocio o necesites crear un concepto para tu próxima
pintura, este artículo te ayudará a que fluya tu creatividad.
1- Visualiza tu meta. Antes de ver qué quieres
hacer, debes visualizar qué quieres lograr. Este es un gran punto de inicio,
algo así como ver la luz al final del túnel.
- ¿Quieres hacer una tormenta de ideas para tu negocio?
- ¿Intentas idear algo para tu próxima obra de arte?
- ¿No sabes sobre qué escribir y necesitas alguna idea?
2- Entiende los requisitos. Si tienes un
maestro, jefe, cliente o alguien que va a evaluar tu trabajo, averigua qué es
lo que están esperando o qué es lo que necesitan. Si no tienes ningún
supervisor, piensa solamente en las limitaciones con las que debes trabajar y
en lo que debe cumplir el producto final. Mientras que averiguar los requisitos
puede resultar en una mejor experiencia y producto final, conocer todas las
limitaciones te dará un buen marco de trabajo por donde empezar.
- Por ejemplo, ¿tienes algún tipo de presupuesto?
- ¿Necesitas usar cierto tipo de materiales?
- ¿Tienes un límite de tiempo para entregar el proyecto?
3- Enumera y evalúa tus suposiciones.
Naturalmente asumirás cosas sobre tu proyecto. ¿Qué es lo que están buscando
las demás personas? ¿Cuáles son tus limitaciones? ¿Qué es aceptable o normal?
¿Cómo debe lucir? Enumera todas esas suposiciones para que puedas jugar con
ellas después.
- Por ejemplo, con un proyecto de arte, debemos asumir que las personas están buscando un esquema de color en particular que encaje con el tema de la galería.
- Para un proyecto de negocios, asumimos que el cliente está buscando algo en particular que el producto de la competencia no tenga.
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Cesar Huaiquifil M.
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